miércoles, 18 de mayo de 2016

Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.

(El título es una frase de Albert Einstein)

Tienes 4 o 5 años. Eso es lo de menos. Estás en el parque jugando con tus compañeros y compañeras después de la escuela. En un momento te fijas en  una persona que pasa por allí. Te llama la atención su pelo. No es fino o como ninguno que tu hayas visto. Tiene como unas trenzas extrañas. (Son rastas, pero esto no lo sabrás hasta de aquí unos años). También te fijas que sostiene algo en los dedos de lo que sale humo. Si tus padres fuman, pensarás que es un cigarrillo (y probablemente aciertes). En caso que no, te sorprenderá más ese objeto cilíndrico del cual sale humo por un extremo. Viste ropa holgada, con colores mezclados. Le miras sin más. Sigues jugando. Estás en tu etapa de observación de tu entorno, todo es nuevo, aún no tienes en tu mente grupos de personas, etiquetas. Como todo lo que ves es nuevo y diferente, esa diferencia es mínima.

Lo mismo ocurre cuando llega una persona de color a tu clase. Y le dices "hola" y no te contesta. Porque no te entiende. Habla otro idioma. Pero tu no lo sabes. Le miras extrañada, pero no con repulsión. "No pasa nada, no tendrá ganas de hablar". O quizá te sonríe, y tú le sonríes. A veces la comunicación no es solo con palabras.

Hasta que un día tus progenitores o educadores te dicen que vayas con cuidado con esa persona de color que acaba de llegar. Seguro que te quiere robar o hacer daño. Hasta que un día tus progenitores o educadores te dicen que no te acerques a esa persona con el pelo diferente y ropa holgada, porque es un drogadicto. "Y los drogadictos son personas malas". Hasta que un día, y otro, y otro, te van llenando la cabeza de miedos que se van traspasando generación tras generación, alimentando y reforzando estos prejuicios.

Juegas con tus amistades a la hora del patio. A papás y a mamás. O practicáis algún deporte. O simplemente corréis persiguiéndoos unas a otras sin sentido. No te importa si es niño o si es niña, son tus amistades, las personas con las que compartíis momentos. Risas, peleas. Enfados que a los dos minutos desaparecen. Bendita infancia!

Y los años van pasando, empiezas a moverte más independientemente en tu entorno. A conocer más gente y más "variedad" de personas. Y durante estos años te han metido prejuicios constantes en tu mente, intentando simplificar la vida para que toda la información que te entre tenga un orden. Si eres niño, tendrás que apuntarte a hacer algún deporte, vestir de azul y llevar el pelo corto. No podrás llorar y tendrás que ser fuerte y duro. Si eres niña te apuntarán a clases de baile y vestirás de rosa, con vestidos, y zapatos de "princesa", para que ya desde pequeña empieces a "verte guapa". Lo peor es que no es para ti, sino para que "te vean guapa". Pasarás horas delante del espejo haciéndote trenzas o peinados diferentes. Tienes que ser fina y delicada, dulce, agradar a los demás con tu sonrisa encantadora.

También aprenderás que no te podrás acercar a los "hippies" porque son drogadictos. Fuman esa cosa que te mata las neuronas... Cómo se llama? Ah, sí, marihuana. Irás por la calle y si ves a alguien de color cruzarás la acera. Si tienes una amiga que le gusta el fútbol o lleva el pelo corto es porque es una "marimacho". o "lesbiana". Si tienes un amigo que le gusta saltar a la cuerda a la hora del patio o bailar, o siempre está rodeado de chicas, es un "maricón" o "afeminado". Todo esto para tu mente es un alivio. Ves a alguien y en seguida le puedes catalogar en una de las tantas etiquetas que hemos creado los humanos mediante prejuicios.

Nos han educado para catalogar, para juzgar (y prejuzgar, que es lo peor). No nos han educado para ver a las personas que nos rodean como lo que son: personas. Es muy difícil. Es más fácil prejuzgar y poner barreras. Agrupar.

Siento lástima por ti. Y por mí. Nos han educado igual, o mejor dicho en el mismo sentido. Pero aunque sé que yo también cometo el error de juzgar, soy consciente y estoy cambiando, cada día más. Te animo a intentarlo!

Quizá aquél al que etiquetas como "hippie - drogadicto" (porque ya va junto para que sea más fácil poner en un saco) es una persona bien intencionada, que no tiene nada de maldad en su interior (quizá sí). Y quizá aquella persona con rastas y ropa holgada ni siquiera fuma marihuana (o sí). Permítete descubrirlo. Permítele descubrirte. Pero tú la ves de lejos y tu mente ya predispone esto: fuma marihuana, como ésta ("droga") mata neuronas, esta persona está mal de la cabeza. Mejor no acercarme. Y si fuma qué? Eso no le llevará a hacerte daño. Cuánta gente "mala" o que hace daño hay en el mundo, catalogadas de "normales"? Esas personas que ves por la calle y ni te fijas en ellas, porque son tan "normales" que pasan desapercibidas. En cambio es aquello "diferente" lo que nos sorprende, lo que nos llama la atención, aquello que NO PASA DESAPERCIBIDO. Por qué? Mi opinión es que es por MIEDO. MIEDO a aquello diferente, a aquello que no encaja con los prejuicios con los que hemos sido educadas.

Quizá aquella persona de color con la que te cruzas en la calle o con la que compartes clase es una persona alegre, inteligente, o una persona con tus mismos intereses y motivaciones, cosa que podría convertiros en amigos inseparables. Lo mismo podría decir sobre personas con discapacidad tanto física como psíquica. "Son diferentes". Diferentes a quién? Todas las personas somos diferentes, únicas y especiales.  Y eso es en lo único que somos iguales, en esta diferencia abismal que tenemos respecto a las demás.

Porque no somos una PUTA ETIQUETA; somos PERSONAS, cada una con sus virtudes, sus defectos, sus miedos y sus inseguridades, sus motivaciones, sus gustos, sus pasiones, sus habilidades, su pasado, sus vivencias, su educación, sus prejuicios y su espíritu.

Y creo que deberíamos reflexionar sobre cómo vemos a los demás, no dejarnos llevar por la primera impresión; porque aunque dicen que dice mucho y mucha gente presume del "buen ojo" que tiene sobre la primera impresión, detrás de cada una de nosotras hay un mundo. Y a parte de ese mundo, tenemos que ser libres, sentirnos libres, poder vivir nuestra vida libres, sin pensar ni preocuparnos de cómo vamos a vestirnos o a actuar y pensar para que los demás no nos rechacen. Para sentirnos "socialmente aceptadas".

Ahora sí, vemos a las personas con traje, bien vestidas y peinadas (deducimos que trabajadoras y competentes) que antes de ir a trabajar se meten una raya de cocaína. Y políticos, empresarios y banqueros que se ponen hasta el culo (perdón por la expresión) de droga. Y qué porcentaje de población pilla unas borracheras increíbles cada fin de semana? Y tú y yo estamos en este saco. Y él, y ella, todas las personas de éste mundo. Porque sólo hay un saco, una etiqueta: personas (iguales en su diferencia).

Pero luego las personas drogadictas son los hippies o los mendigos que van con la cerveza por la calle; sucios y desaliñados. Quizá la vida no les ha sonreído tanto como a ti. O quizá prefieren un estilo de vida más austero. Déjalos que vivan su vida. Métete en la tuya, que seguro que poco o nada sabes. Diría: "id con cuidado con las personas trajeadas". Pero no quiero entrar en prejuicios. Lo dejo a vuestro libre albedrío. Vive y deja vivir.

Si te tuvieras que juzgar a ti misma, en qué grupo te pondrías? Quién eres? Lo sabes? Entonces deja de decidir qué y quién es cada persona a la que juzgas sin conocerla de nada, simplemente por su apariencia o actitud.


Tú NO eres normal. Él o ella no son normales. Ni yo. No existe la normalidad. La normalidad se pierde en el momento en que cada una de las personas adjudicamos de "normal" a aquellas personas que son como nosotras. Perdió el sentido, no utilices más esta palabra. Piensa antes de utilizar esta palabra sobreutilizada, el lenguaje es muy rico.

Y recuerda que las personas que puedes conocer son infinitas. Mírala como lo que es: una persona.
Como tú, pero (por suerte) diferente.

8

martes, 12 de abril de 2016

LO ESPERO TODO, DEL SER HUMANO. Y NO ESPERO NADA.

Empiezo con un consejo:

Si vas a Berlín, alquila una bici. Es una brutal opción. Claro está, que si el tiempo no acompaña, quizá no es lo más adecuado. Depende tu espíritu aventurero. Yo puedo decir que tuve unos días primaverales, y que eso me permitió disfrutar mucho de mis paseos en bici por esta ciudad.

Como ciudad ciudad, no puedo decir que me haya encantado. Es una ciudad amplia, amplias calles, casas grandes, lugares espaciosos. Todo es grande, en Berlí
n. Tiene sus edificios turísticos, más que nada por lo que fueron en la historia, y un gran movimiento grafitero, pero tampoco me pareció una ciudad acogedora, cálida. Personalmente, para ir de vacaciones y visitarla, bien. Pero no para vivir.

Lo que me atrae (por no decir repugna) de esta ciudad es su historia. Se me hacía extraño caminar por esas calles, sabiendo lo que se había vivido allí mismo hace nada. Las atrocidades que se habían realizado en esas calles, las personas que habían perdido la vida allí. Personas que tenían una vida de la cual fueron despojadas. Personas que sufrieron torturas, vejaciones, experimentos, etc. Dolor, mucho dolor. Diría “injusticia”, pero qué es justo en esta vida?

Cuando pienso en el horror que se cometió durante el nazismo no puedo comprenderlo. En qué momento un ideal se antepone a un ser humano? En qué momento un ser humano puede dispararle a otro mirándole a los ojos sabiendo que es una persona igual que él? En qué momento un ideal nos impide ver a otra persona como una persona? En qué punto somos capaces de destruir una familia, de separar parejas, de matar infantes, de cometer semejantes atrocidades? Puedo llegar a comprender que estamos enfermos, pero tanto?

Actualmente continuamos realizando atrocidades de este tipo, y otros. Cosas increíbles, que no parecen posibles. Y sin embargo ocurren, en este mundo enfermo. Mis simples respuestas son porque el ser humano es egoísta de naturaleza, porque solamente nos importa el poder, el control y el dinero, y este tipo de respuestas simples que no llegan ni a respuesta, sino a intento de responder una cuestión sin respuesta.




Yo soy partidaria de que cada persona es libre de pensar y opinar libremente y lo que quiera. Pero sin que ese ideal provoque cualquier tipo de dolor o irrespeto a cualquier persona ajena. A veces, imagino, por un segundo, que todas las personas respetamos a las demás. Y que no hace falta hablar si se discrepa, hasta eso es respetable (aunque siempre considero más interesante el diálogo, aunque nunca se llegue a un puno común. Lo interesante es el intercambio de ideas y el cómo las reforzamos). Y durante ese segundo que imagino un mundo así, de repente se rompe esa imagen idílica por una imagen de la realidad. Y siento lástima por nosotros, los seres humanos. Desperdiciamos nuestra vida odiando y creando dolor por una auto-satisfacción de nuestro ego. Y si apartamos nuestros miedos y la buscamos en los demás? Nosotras somos solamente una persona, los demás son miles. Me seguís?

Berlín es una ciudad interesante ya que es una buena oportunidad para ver y visitar lugares históricos, ver museos, aprender de la historia en primera mano y no en un libro del instituto que lo único que tiene son garabatos fruto del aburrimiento. Un museo que personalmente me pareció muy interesante fue el de la “Topografía del terror”, donde antiguamente se ubicaba la dirección de las SS. Aquí hay documentada la historia de las instituciones del terror, de los crímenes cometidos por el gobierno nazi. También se puede ver una de las pocas partes del muro que se mantienen en pie aún. Es gratis y hay muchísima información, historias increíbles, y fotografías impactantes. Admiro a las personas que pudieron vivir, sobrevivir o morir en esos años y en esas condiciones de vida y de contexto social, económico, cultural, ideológico y en todas sus dimensiones. Constante horror y muerte. Violencia, miedo, opresión. Llantos y dolor, tanto físico como emocional. Trabajos forzados, pobreza. Guerra.

Hay mucho para aprender en este mundo. Y la historia nos puede ayudar a comprender de dónde venimos, y no cometer los mismos errores. El problema es que seguimos siendo humanos. El único animal dotado de “inteligencia”, de lógica, de capacidad de razonar. Y ya lo dicen: “el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”.


Quizá no somos tan inteligentes.

8

sábado, 13 de febrero de 2016

DIÁLOGO BANAL EN UNA TARDE VACÍA

-       Qué haces?
-       No lo ves? Miro por la ventana.
-       Interesante. Una cerveza?
-       Porque no? Gracias. No tengo ganas de hacer nada.
-       Pues no hagas nada. Qué hay de malo en eso?
-       Supongo que nada, pero perdemos el tiempo haciendo nada.
-    Bueno, “no hacer nada” tampoco es la explicación perfecta. Siempre estamos haciendo algo. Lo primero, sobrevivir. O acaso no estás respirando? O acaso no están pasando pensamientos o dudas por tu cabeza? Ya estás haciendo algo.
-    Pero a veces siento que durante este tiempo que no hago “nada” estoy perdiendo oportunidades de mi vida, de mi tiempo.
-     No le des tantas vueltas. A mí también a veces me pasan esos pensamientos por la cabeza, haciéndome sentir inútil. Pero en seguida me pregunto: “por qué constantemente tenemos que estar haciendo algo productivo?”. Más productivo que respirar y sobrevivir, qué hay? Sí que es verdad que necesitamos ocupar nuestro tiempo, hacer cosas, aprender, vivir. Pero qué tiene de malo que te tomes una tarde, un día, un fin de semana, una semana para “no hacer nada?”. No es necesario estar siempre haciendo algo. Bueno así lo veo yo.
-    Y todo lo que perdemos por hacer por estar mirando por la ventana sin hacer nada?
-   Y todo el tiempo que perdemos durmiendo? Los seres humanos necesitamos descansar para rendir al día siguiente. Es pura biología. Entonces, por qué nos forzamos a “hacer” constantemente? Dejemos descansar a nuestra mente, a nuestros sentidos. Démonos tiempo a estar con nosotros mismos, a escuchar todo lo que la nada tiene para decirnos, a sentir cómo perdemos el tiempo con nuestra propia inutilidad. Si en realidad es lo que somos: nada.
-      Si fuésemos nada no existiríamos. Pues eso es la nada, la inexistencia, no?
-     No creo que tengan nada que ver estos dos conceptos. La nada y la inexistencia. La nada, creo yo, es todo. Suena contradictorio, lo sé. Pero yo lo veo así. Todo es nada. Todo lo que creemos que somos es tan ínfimo que se reduce a la nada. En cambio, existimos. Tú y yo estamos aquí existiendo ahora mismo. Pero un día nos moriremos y no quedará rastro de que “existimos” un día. Ni tú ni yo ni nadie. Nos perderemos en esa nada infinita que acaba siéndolo todo; la totalidad de la nada.
-     De acuerdo, tú y yo moriremos y nadie sabrá que hemos existido. Pero qué me dices de todas esas personas que ya han muerto y aún existen en el recuerdo? Aún se habla de estas personas; grandes líderes, grandes deportistas, políticos, filósofos e incluso muchos hijos de puta.
-      A éstos se los recuerda porque en su vida, durante su existencia, hicieron cosas trascendentales, fuera de lo común. Pero piensa que su recuerdo se acabará reduciendo otra vez a la nada. No serán recordados para siempre. Porque nada es para siempre. El olvido es letal. Y siempre, siempre llega. A algunos se nos olvidará antes, otros tardaran siglos o milenios en ser olvidados. Pero nunca se les recordará eternamente.
-    No estoy de acuerdo contigo. Estos “mitos”, por llamarles de alguna manera, son personas que han marcado en su época, que han hecho, como tú has dicho, algo trascendental (ya sea positivo o negativo). Y aquello transcendental perdura por los siglos de los siglos. Porque ellas y ellos ROMPIERON con su época, ROMPIERON con aquello “normal” para provocar un CAMBIO en cualquier ámbito. Ya sea político, musical, filosófico, artístico, etc. Serian como pequeñas (y grandes) revoluciones que marcaron un antes y un después. Porque aquello que ROMPE duele, y deja marca. Verdad que cuando te cortas te queda una herida que con el tiempo va cicatrizando pero siempre, siempre queda la marca de la cicatriz? Pues vendría a ser lo mismo, creo yo.
-   Hombre… visto de esta manera tiene sentido. Todo lo que marca perdura… (desgraciadamente?) y provoca un cambio… Mmmmmh interesante reflexión… Pero cuando mueres y tu cuerpo se desintegra o lo incineran… esa cicatriz desaparece junto con el cuerpo! Ya no perdura en el tiempo eterno, sino que tiene un fin! Lo que te decía! El tiempo es relativo, pero nada es para siempre!
-     Siempre tienes que venirme con tus malditos argumentos que no se aguantan ni con pinzas? De todas maneras pienso que aquello que hicieron esas personas va más allá de una cicatriz, ya que provocaron cambios a niveles sociales, de la masa, no solamente personales. Y todo esto se va transmitiendo de generación en generación. Las cicatrices que crearon dejarán de existir cuando la humanidad deje de existir. Van unidas y seguirán unidas.
-      Teniendo en cuenta que nos pasamos la vida cayendo, no necesito sostener mis argumentos con nada. La caída es veloz y constante, no tenemos tiempo para comprender nada, no tenemos tiempo para responder a nuestras dudas y comprenderlas. Durante la caída aprendemos a superar (o no) los obstáculos que constantemente nos aparecen, pero nunca estamos seguros, no tenemos ni un segundo de descanso. El abismo está a cada paso que damos. Nunca sabemos nada, pero nos arriesgamos (inevitablemente, ya que la caída no cesa). Hasta el día que dejemos de caer y demos el gran choque de nuestra vida (y el último). Ese día dejaremos de existir, y si perduramos seremos una cicatriz en la sociedad, pero esa cicatriz también tiene su fin, como todo en esta vida. Porque sin fin no hay un nuevo principio. Y los principios son importantes. Pueden ser el inicio de algo grande. O no. Pero me gusta pensar que sí.
-    Yo creo que, de una manera u otra, somos eternos. Al menos nuestra esencia tiene que perdurar. Tráeme otra cerveza por favor (aunque en realidad sea NADA, jajaja!). Por cierto, gracias por ayudarme a no perder mi tarde.
-      No he hecho más que decir banalidades.
-      Y bueno, qué hay de malo en eso?
-   Exacto. Será otra conversación perdida en la inmensidad de palabras que se pronuncian a cada segundo en el mundo, y que sólo recordaremos tú y yo. Palabras que ya se han perdido en el tiempo, en la nada, pero a nosotros nos han servido para ocupar nuestro tiempo, compartir opiniones e intentar llenar nuestro vacío.
-      Somos patéticos.
-    Sí, patéticamente absurdos e inútiles. Y me encanta! No sabes lo libre que me hace la inutilidad!
-      Pero un abrazo eres capaz de regalarme, verdad, pedazo de inútil?
-      Siempre lo puedo intentar. Y ojalá pudiera hacerlo eterno, trascendental.
-      Lo será.

-      Te quiero.


8

martes, 2 de febrero de 2016

POR SUERTE EL MUNDO QUEDA TAN LEJOS

Hasta dónde vamos a llegar? Hace dos días (sí, he tardado dos días), empecé a ver en Facebook la noticia siguiente: "10.000 niños y niñas han desaparecido después de llegar a Europa".

Eran alrededor de las 23.30h. Decidí hacer lo que siempre critico. Cerrar los ojos. No accedí al enlace de la noticia. No tenía ganas de sentirme impotente, de leer algo que sabía que no me gustaría. De leer lo que ESTÁ PASANDO. Sí, en la actualidad. Seguía bajando en mi página de Facebook y me salieron 4 o 5 enlaces más con el mismo titular (o parecido). No tuve valor para abrir ninguno. Me iba a ir a dormir en breves, y no tenía ganas de acabar el día leyendo atrocidades. Si, lo sé. Cerrando los ojos no haremos nada. Pero actué egoístamente y no quería sentirme mal. Al día siguiente (ayer), me ocurrió lo mismo. Pero era de buena mañana. No tenía ganas de empezar el día leyendo barbaridades. No podía. No me veía capaz.


Hoy he decidido dejar de dar la espalda a estos 10.000 niños y niñas olvidados en un infierno que, desgraciadamente no es el suyo, pero en el que se encuentran por culpa de otros seres humanos (perdón, no quería referirme a ellos como tal). Mejor dicho por culpa de otros seres vivos (porque no se merecen ser denominados "seres humanos", y llamarles animales sería un insulto para nuestra fauna). De seres atroces, egoístas, pero sobretodo inconscientes. 


Hace días que me planteo el papel de la conciencia en el ser humano. Y tengo la sensación que cada vez tenemos menos conciencia en todos los sentidos. He pensado culpar a las nuevas tecnologías, ya que nos alejan del ser humano, de la interacción con los demás. También a la educación (ya que cada vez más este rol de educar recae en la caja tonta, y podría escribir un libro de todo lo que se puede llegar a transmitir por televisión). Actualmente la televisión es un aparato fundamental en cualquier casa. Y no hay un control parental de lo que ven los menores. Qué tipo de educación es ver programas como Mujeres y hombres y viceversa (que cada día me pregunto cómo tiene tanta audiencia). Qué tipo de educación es ver Shows de estos televisivos donde lo único que se transmite es falta de respeto, de educación, estereotipos llevados al extremo, machismo constante, violencia y degradación humana? Cuáles son nuestros valores, nuestros ideales? Qué metas nos proponemos en nuestras patéticas vidas? Hay personas que me responderían: "Yo busco la felicidad". POR FAVOR! (No voy a opinar, pues me extendería demasiado. Es otro tema). Otras personas me responderían: "Yo busco un trabajo estable y poder vivir sin agobios". POR FAVOR! Otros me responderían: "Yo quiero encontrar al amor de mi vida y crear una familia". POR FAVOR!


De acuerdo, todas las respuestas son respetables. Y ojalá se os cumplan. De verdad. Lo que me pregunto es cómo podemos vivir tranquilas en un munxo tan podrido como éste. No comprendo cómo podemos dormir plácidamente sabiendo que en este mismo instante están muriendo infantes por desnutrición, niñas están siendo violadas y torturadas simplemente por haber nacido mujeres, miles de familias están siendo destruidas, tráfico de menores y hay cientos de países en guerras constantes. VIOLENCIA. Eso es lo que hay en este mundo salvaje en el que vivimos (o mejor dicho SOBREVIVIMOS).

Evidentemente no podemos salvar el mundo. Y tampoco pido eso. Simplemente me gustaría que reflexionáramos. Seguiremos dando la espalda a los problemas, a las personas? CONCIENCIA por favor. Un mínimo. Intentemos entender que más allá de nuestro mundo hay un mundo mucho más extenso y complejo. Suspender un examen no es un problema. Discutir con tu pareja tampoco. Ni que llueva y no puedas salir esta noche. Cada día nos surgen problemas que se nos hacen un mundo. Y lo vemos todo negro por chorradas (en general). El examen lo puedes volver a hacer. con tu pareja puedes hablar mañana. Y puedes salir con paraguas (sí, es más incómodo, pero si quieres salir de verdad, te jodes). Los refugiados (no me gusta denominarles así, pues son PERSONAS) no saben si estarán vivos al minuto siguiente. Ni siquiera saben si descansarán en algún lugar, si podrán llevarse algo a la boca para disminuir la debilidad física que deben sentir (porque la fortaleza mental es admirable). Y los infantes. Qué decir? La impotencia que siento al pensar en que un solo menor esté (in)viviendo una situación así cuando es la persona más inocente del mundo, me rompe por dentro. Y no es solo uno. Son miles. Y no solamente los 10.000 que salen ahora en las noticias. Los miles de niños y niñas que mueren cada día en África y Centro América, y, y, y. En todos lados se cuecen habas. Me cuestiono cómo deben ver su vida y a si mismos estos infantes. Infancia... ese periodo donde captamos el mundo, todo aquello nuevo, aprendemos, todo es tan intenso... y aún no tenemos la capacidad de reflexionar, por lo tanto esas vivencias se viven y sienten al 100%, sin saber ni cómo ni por qué. Simplemente porque lo vemos, lo oímos, lo sentimos, lo vivimos. "Bendita infancia", diríamos. entonces por qué no todos los infantes tienen derecho a vivir esa "bendita infancia?".

Les estamos marcando para toda la vida (si sobreviven). Les estamos creando traumas. Les estamos negando que vivan la etapa más libre de sus vidas, qué han hecho para merecerlo? Si alguien sabe la respuesta, que me la diga, por favor. Nadie merece vivir de esta manera, pero, de verdad... niños y niñas inocentes? POR FAVOR!

Este fragmento del artículo que hoy he leído, me pone la piel de gallina:

"En Lesbos, por ejemplo, no hay policías, ni protección civil, ni nada. Estamos nosotros esperando a que llegue la lancha. Sacamos al niño del agua, le damos calor, alimento y nada más. Ahí acaba su protección. A partir de ahí, ese niño puede ir a la derecha, a la izquierda, en un coche, en una furgoneta... Nadie le puede retener y abusan de su inseguridad, de su miedo, le garantizan otro trayecto más". Aterrador, no? Expuestos a su suerte! Por un momento imaginaros a vuestros hijos, sobrinos, hermanos, lo que sea. Imaginaros a un infante que tengáis cerca. Solo en medio de millones de personas más que ni conoce. Donde unos le dicen una cosa y otros otra. Sin nada que comer. Sucio, desaliñado, con los mocos cayéndole y las lágrimas marcadas en su pequeña cara sucia. Con una mirada perdida, temerosa, interrogante. Llorando solo en medio de un mar de gente. Perdido en un mundo que no es su mundo. Soledad, miedo, hambre, muerte.

No os lo imagináis, verdad? Porque ahora mismo tenéis a ese infante delante (ya sea vuestro sobrino, hijo o quien sea). Y está jugando, riendo, y pidiéndote que le pongas la comida en la boca porque no tiene ganas de comer. O llorando porque no quiere ponerse la camiseta que les estás poniendo. Y bueno, eso creo que es lo que tiene que vivir un infante. Calor del hogar, comprensión y llorar por chorradas (que al menos saben por qué lloran). Aquellos, los "otros", lloran también. Como todo niño o niña. Y ni saben ni entienden por qué. Miradas vacías, llenas de interrogantes que nunca se responderán. Muriendo sin saber qué es la muerte.

Porque hoy he decidido abrir el artículo y leer la noticia. No puedo hacer nada, pienso. Pero necesito compartir mi opinión. Me sentí culpable por tardar dos días en leer una noticia de la actualidad. Pero a veces pienso que estoy cansada ya de leer tanta mierda. Y de pensar que esto ocurre en nuestro mundo. Pero luego pensé que era una egoísta. Cansada yo? Que no tenía ganas de leer un artículo mientras estaba en mi habitación, tranquila, sentada delante de un puto ordenador escuchando música? Me hubiera dado de ostias.

Todas estas personas (personalmente creo), son héroes y heroínas de la vida. Tienen menos que nada y siguen adelante. Será el instinto de supervivencia? Será esa esperanza que dicen que nunca se pierde?

Nos quejamos de que no tenemos el último modelo de Iphone (cuando tenemos todos los anteriores). Nos quejamos que hemos comido demasiado y tiramos lo que sobra sin sentir ningún tipo de "dolor". Tenemos depresiones por tonterías (y sin ánimo de ofender a nadie). Y ellos no se quejan de que tienen hambre, frío y miedo. No se quejan de que la vida les maltrate. Caminan aún y los golpes, recibiéndolos en su esplendor.

Somos seres patéticos y vergonzosos.

No podemos hacer mucho, lo sé. Por eso no les olvidemos. No olvidemos a esas personas a las que la vida no les ha sonreído tanto como a nosotros. No dejemos que caigan en el olvido. 

Pienso que al tomar conciencia ya estamos haciendo algo. Os animo a intentarlo.

8




sábado, 30 de enero de 2016

Va un caracol y derrapa

Octava entrada de mi blog. Octava. Para quienes me conocen saben qué significa. Y los que no… ánimos y viva el 8!

A lo que iba… Desde que publiqué la última entrada que soy consciente de cuán importante era la siguiente. Pensé dedicar la octava entrada al 8, también pensé que estaría bien hacer 8 entradas durante el 2015 ya que ha sido un año muy, muy potente. Con muchos cambios en mi persona, en mis ideas, en mi vida. Experiencias que me han hecho crecer y cambiar, cambiar mucho. En conclusión, he pensado muchas opciones para escribir mi octava entrada. En realidad no tiene nada de diferente a las demás. Simplemente es el sentido que le doy, porque sí. 8.

He decidido dedicarla a la persona más importante de mi vida.

Me gusta observar a las personas. Cómo se relacionan, cómo se comunican, cómo comparten momentos. El otro día observaba a los niños a los que cuido, mientras jugaban. El mayor hacía payasadas, y el pequeño se reía a carcajada suelta. Es, para mí, súper interesante observarlos. Cómo se ríen, cómo se miran (y sólo les basta esto para entenderse), cómo se pelean, cómo se buscan (rozando el límite, y lo saben). Cómo comparten (o no).

Y pensé en la relación entre hermanos. Qué significa un hermano o hermana! Y realmente es INCREÍBLE lo que nos ayuda en nuestra vida tener hermanos. El papel que desempeña esa persona o personas tanto en nuestra vida como en nuestro ser es NECESARIO, y por desgracia no todo el mundo lo tiene. Son esas personas INCONDICIONALES que nos acompañan durante toda nuestra vida. Sí o sí. La relación con estas personas que llevan nuestra misma sangre es la más intensa de nuestras relaciones. Un hermano o hermana conoce todo de ti, tus puntos débiles (sobretodo jaja) y tus virtudes. Es una relación amor-odio con total intensidad. Los sentimientos extremos sólo los sientes con tus hermanos.

No puedo imaginar mi vida sin mi hermana. Con una mirada nos entendemos. Con un cruce de miradas ya sabemos qué está pensando la otra o cuál va a ser el siguiente paso. Con una hermana te anticipas a lo que está a punto de suceder. O haces la reflexión de lo que acaba de pasar. Con la mirada. Porque sabes cómo piensa y qué piensa. Porque sabe cómo pienso y que pienso. Porque puedo intuir casi al 88% cómo se siente. Porque puede intuir cómo me siento casi al 88%. Porque compartimos un humor muy especial. Incluso a veces DEMASIADO especial. Y eso es lo que más me gusta. El saber que sólo con ella puedo tener esta relación tan cercana, llena de comprensión y empatía. Porque nos complementamos, como dos piezas de un puzzle. Cada una diferente, pero encajando una con la otra.

Porque sé que teniéndola al lado no tengo nada porque temer, y espero que ella sienta lo mismo, porque por ella, si hace falta, abandono al 8. Y no porque no sea fiel a mis ideales, sino porque mi amor por ella supera cualquier ideal. J

Porque peleamos, y nos tiramos los platos (y palas de ping pong y taburetes) por la cabeza, nos pegamos con todas nuestras fuerzas (para posteriormente arrepentirme y sentirme realmente mal, aunque el mal ya está hecho). Porque me encanta cuando me dice “ESTÚPIDA!” con un tono de desprecio infinito, o cuando sabe que algo me jode y me mira con esos ojos vacilones y me saca de mis casillas. Entre hermanas se hurga en la herida sin piedad! Jajaja!

El punto estrella está cuando Carolina and Tania, brothers forever, empiezan a tener una conducta no aceptada socialmente como “educada” o "femenina" (dios mío, estamos sometidos y sometidas a una presión social asfixiante). Mejor fuera que dentro! Con diferentes vías de escape. En eso no nos parecemos. Pero las risas que nos echamos son DEMASIÉ. (Me acaba de entrar mucha nostalgia!).

Porque la niña tiene un carácter que tela, y me encanta. Porque no tengo la mejor hermana del mundo (no quiero reducirla a unas palabras que todo el mundo dice, pero por favor!!! Para cada persona su madre es la mejor, su padre el mejor y su perro el más guapo). No es la mejor del mundo, repito, pero sí la mejor de mi mundo (y porque no tengo otra! jajajaja!).

Porque me gustaría encontrar las palabras perfectas para escribir esto, pero no existen. Son sentimientos, vivencias, experiencias, conversaciones, etc., que sólo ella y yo entendemos (y sin palabras!). Porque siento impotencia de no poder expresarlo. Pero ella me entiende, y con eso tengo más que suficiente.

Hay personas que comparan una amistad muy fuerte como si fueran “hermanos”. Puede haber mucho feeling y una relación brutal, pero nunca, nunca será lo mismo que tener una persona de tu misma sangre a tu lado.

Porque la admiro en muchos sentidos. Porque es una gran persona (un poco pesada con sus obsesiones de “Save the World”) pero tiene un corazón que no le cabe en el pecho, una inteligencia sobrenatural, y más de cuatro dedos de frente!

Y ahora en serio. La admiro porque es una persona luchadora, que tiene valores y es una persona con mucho carácter. Educada, sencilla, pura y sincera. Y con muy mala leche! A veces pienso que de grande me gustaría ser como ella, pero es imposible :P

Porque sus abrazos son los más fríos que recibo. Pero sé que la llama interior que tiene es ardiente, y todas las personas que compartimos nuestra vida con ella la podemos sentir. Porque la quiero como a nadie, porque es lo más importante de mi vida.

Gracias por ser mi hermana. TE QUIERO Carito.

Tu Sid, que aunque lejos, siempre está a tu lado.

Omples el meu buit infinit.

https://www.youtube.com/watch?v=Dyrahwo2d_0

8

domingo, 13 de diciembre de 2015

Ángeles y Demonios

Ayer tuve la oportunidad de participar en las actividades en una ONG en Kathmandu. Gracias a una profesora de la Universidad (UVIC) me puse en contacto con una pareja de catalanes (profesores de la UVIC también) que forman parte de diversas ONG's aquí. No dispongo de una larga estancia aquí, por lo tanto es difícil en una semana participar en algún proyecto o ser voluntaria en alguna ONG, básicamente porque buscan personas que dispongan de meses.

No era mi caso, y era consciente de ello, pero por mínimo que fuera tenía ganas de ver la realidad de aquí, de participar aunque fuera mínimamente, y gracias a ellos ayer pude hacerlo. Con un día, unas horas, evidentemente el trabajo, el aprendizaje, no es aquello que podamos definir como "experiencia", aunque sí que me sirvió como un primer acercamiento a una cruda realidad en la que viven diariamente niños y niñas que, por desgracia, no gozan de un techo, comida e higiene diarias, ni de una educación contínua ni de calidad.

El lugar se encuentra a unos tres cuartos-una hora de Thamel o el centro de Kathmandu. Cogimos un mini-bus y llegamos a "Chuchepati". Allí a parte de ciudad, también encontramos un campo lleno de tiendas, las viviendas de estos niños y niñas y sus familias.  Antes de llegar a la escuela ya vinieron a nuestro encuentro. Nos preguntaron de donde eramos. Una niña me toca para que me gire y me dice: "Holaquetalcomoestás?" (me quedé alucinando y pensando: empezamos bien! jaja). Entramos a la escuela (una tienda grande donde había dos pizarras, un mapamundi dibujado por ellos y donde en España (único país del mapamundi donde había algo escrito) ponía "football", unos pocos juegos de mesa, y un poco de material de dibujo y pintura. También había algunos dibujos colgados en unas cuerdas que atravesaban la escuela transversalmente. Pude comprobar que dibujan muy bien.

Empezamos las actividades que habíamos preparado. Les repartimos unas "medallas" de cartulina en blanco, donde tenían que dibujar lo que quisiesen. Posteriormente, salimos de la Escuela y empezamos a hacer las actividades que habíamos planificado, que eran los Juegos Olímpicos Nepalís. No había un número concreto de infantes, sino que iban, venían, era un descontrol. Eso es difícil a la hora de hacer actividades, pero por suerte, habíamos decidido no hacer grupos, sino todos juntos, y eso ayudó a """""disminuir""""" ese descontrol, ya que, por ejemplo en la primera prueba, que era correr alrededor de la escuela, lo hicieron todos a la vez, luego realizamos salto de largada, así que se ponían en fila (evidentemente descontrolada), y uno por uno iban saltando. 

Intentamos apuntar para ver quien "ganaba" (que tampoco era el objetivo), pero en seguida decidimos que no apuntaríamos, "que fluya". Pero al vernos con el papel y el bolígrafo en la mano, se motivaron y empezaron a apuntar. Además el más motivado era el monitor, que en seguida cogió el papel y se puso a tope en la competición.

Durante el transcurso de estas actividades (que habían tres más pero no nos dio tiempo a realizarlas), aproveché para observar a aquellos infantes alejados de la mano de Dios. Aquellos infantes sucios, desaliñados, brutos, violentos, tiritando de frío, con la nariz llena de mocos sin limpiar, vestidos con prendas más pequeñas de las que necesitan. Aquellos infantes alejados de la mano de Dios pero que, detrás de esas miradas infinitas y ausentes, tienen una sonrisa sincera, pura. Porque por suerte, y por desgracia, en su inocencia saben disfrutar de la vida. Quizá ésta no les ha sonreído mucho, pero ellos aprovechan estos momentos lúdicos, estos momentos de paréntesis, para sonreírle, para jugar, para buscar la calidez de la que no disponen durante las 24 horas del día. Momentos en que salen de su rutina, momentos en que desconectan de su cruda realidad. 

También observé el trato que daban la monitora y el monitor de allí. Les trataban bruscamente, les gritaban, e incluso la monitora les pegaba. No había ningún tipo de motivación. Por otro lado, dentro de su propia motivación, el monitor les animaba cuando saltaban. En cambio la monitora hacía lo contrario. Incluso no permitió que una chica saltara ya que "ella no sabe. No puede". Y la niña quería hacerlo. Me revienta que los adultos neguemos capacidades o desmotivemos. Yo le dije que saltara, pero la niña se apartó y se puso a mirar al resto. Luego se acercó a mi y me cogió del brazo. Estaba tiritando de frío. Le pasé mi brazo por el hombro, intentando darle un poco de calor.

Mientras realizábamos las actividades, gente mayor se acercaba a mirar lo que hacíamos. Adolescentes también se acercaron e incluso participaron en la actividad de saltar. Luego se apartaron a jugar a fútbol. La relación entre infantes era intensa. O mucho amor o mucho odio. Se pegaban con intensidad o se abrazaban. Pero salta a la vista que la violencia es el pan de cada día.

Y el frío. DIOS! Yo tenía frío, pero sabía que volvería a mi habitación y tendría una cama caliente. Pensaba en sus noches. Cómo aguantan el invierno? Se los veía que, algunos, tenían frío. Cuando se va el sol, las temperaturas bajan mucho en Kathmandu, y se nota. Y viven en tiendas. Seguramente lo único que tienen son mantas... "Harán fuego?" me pregunté. Espero equivocarme, pero tengo la sensación que estos infantes y sus familias tienen unas noches largas, muy largas... Es horrible, y me desespera no poder hacer nada. Y saber que no son los únicos, que millones de niños en este enfermo planeta viven en estas condiciones o peores... Me destroza. 

Sé que es imposible "arreglar" este gran problema, o problemas. Desnutrición, pobreza, vivir en condiciones insalubres, no recibir educación... Tan sólo, pienso, es un gran paso tener conciencia. Tener conciencia de lo que viven estas personas, y tener conciencia de cómo vivimos nosotros. Simplemente para actuar en nuestro día a día, aunque sea por respeto. No tirar comida, no derrochar agua, no tener la calefacción al máximo e ir por casa en ropa interior. No hace falta dar una ayuda económica, no hace falta desplazarse a un lugar para dar ayuda directa y presencial. Lo mínimo que podemos dar es RESPETO. Podemos hacer mucho desde casa. Pero para eso hace falta conciencia, y es difícil llegar a tenerla cuando vivimos dentro de  una burbuja, fuera del mundo real. En nuestra zona de confort.

Sólo pido una pequeña reflexión. Empatía. Sé que nunca estaréis en un campo de refugiados viviendo en una tienda (o eso espero), pero hagámosnos una pregunta: "Cómo me sentiría yo viviendo en una tienda, compartiendo el espacio con mi familia, sin baño, sin condiciones higiénicas, sufriendo el frío, con la duda de si tendré algo para llevarme a la boca hoy, y abandonada a la vida?".

Pero cerramos los ojos. Nos da PÁNICO empatizar con personas que tienen una vida tan dura. Simplemente estos pequeños ángeles (y demonios), no han tenido la suerte de caer en nuestra nube. Debemos, entonces, olvidarlos? Esta nube fictícia en la que vivimos los del "primer" mundo, se encuentra también en el Planeta Tierra. Y es muy delicada.

Un consejo: CUIDADO.

8



P.D. He extraído la imagen de internet, ya que no realizé ninguna fotografía.

martes, 8 de diciembre de 2015

Caminante no hay camino, se hace camino al andar


Perdida en la inmensidad de la nada. Caminar con un objetivo que era probable, pero no seguro. Durante el trayecto, el camino (VIDA), pueden surgir imprevistos que impidan alcanzar el objetivo. Pero lo realmente importante es INTENTARLO. Lo realmente importante es "caminar", lo importante es aquello que hacemos para alcanzar el objetivo. El problema es que muchas veces nos centramos solo en el objetivo, y no valoramos el proceso, todo lo que nos esforzamos, todo lo que experimentamos, las vivencias y aprendizajes que nos ofrece este "camino". Porque todo camino es escarpado, tiene sus obstáculos y ningún camino es fácil. Y si lo es, la satisfacción final no es tan fuerte, ya que nuestro esfuerzo tampoco nos ha llevado a la auto superación. De todas formas, el grado de esfuerzo para un mismo objetivo varía según la persona, evidentemente. Yo tardaría años en resolver una ecuación que a un matemático o matemática le llevaría horas. Pero las dos nos habremos esforzado, y ahí está lo importante.

Mientras me adentraba en medio de las montañas del Himalaya, la zona del Annapurna, pensaba en todo el camino que me quedaba. Dicen que el trayecto es de unos 8-10 días. Tenía tiempo, así que no me importaba tardar 20. "Sin prisa pero sin pausa", resonaban en mi cabeza estas palabras. La constancia es importante, no debo "matarme", sino escuchar a mi cuerpo, e ir avanzando día a día, hasta donde llegase. Paso a paso, ya sea a un ritmo más lento o más veloz, pero escuchando a mi cuerpo. Dejar que hable; al fin y al cabo, por mucho que mi mente ya quiera estar en el Annapurna Base Camp (mi objetivo), sin mis piernas, pulmones y espalda, nunca hubiera llegado. Entonces hay que intentar el equilibrio de mente-cuerpo, cuerpo-mente, y así intentar equilibrar fuerzas y motivación, sin que ninguna predomine, o, por otro lado, decaiga.

El primer día, después de acabar la etapa subiendo escaleras durante dos horas, pensaba que no podría aguantarlo. En medio de la subida me paraba, miraba para arriba y solamente veía escaleras, escaleras y más escaleras. Nunca odié tanto las escaleras. Incluso tuve ganas de llorar de rabia e impotencia. "Es que nunca llegaré a Urelli?" , "Cuándo terminarán estas malditas escaleras?". Qué decir de mis piernas? Cada gesto, cada movimiento era dolor. Y me encanta. El dolor nos hace sentir vivos. Ahí estaba el resultado del esfuerzo realizado. El esfuerzo físico. Del mental ya es otro tema. No pensé en abandonar porque ya tenía el objetivo en mente, y la ilusión de llegar al Annapurna Base Camp superaba cualquier cosa. Pero después del primer día caminando, ya sabía a qué me exponía, y qué me esperaban los siguientes... 8? 10? 12 días? Lo único que tenía claro era que sólo una lesión, o el mal tiempo me impedirían continuar mi aventura. Ni las agujetas, ni el pensar en escaleras me harían abandonar un sueño que estaba haciendo realidad.

Subir una montaña es como la gran metáfora de la vida. Subida lenta, dura, costosa. Escuchar cada respiración, sentir cada paso. Y ser consciente que ya estoy un paso más cerca de mi objetivo (en este caso lejano). Llegar a la cima (o no) y sentir esa plenitud instantánea y (en este caso) observar la belleza del paisaje que nos ofrece nuestra Madre Naturaleza, la más sabia y completa de todas las madres. La satisfacción de conseguir algo por lo que nos hemos esforzado, hemos sufrido y hemos vivido. La cuestión, creo, es no obsesionarse con la meta, el objetivo. Sino valorar el camino que hemos caminado, el esfuerzo y empeño que hemos puesto para intentar conseguirlo. Hay cumbres que nunca podremos subir hasta la cima, pero lo importante es haberlo intentado. En referencia a nuestras vidas (no al subir montañas), creo que ocurre lo mismo. Escuchemos nuestro interior, cuestionemosnos qué queremos, y hagámoslo, intentémoslo. 

El problema es caer en la desmotivación cuando vemos que algo es "difícil". Debemos ser fuertes de mente y continuar, a nuestro ritmo, pero nunca abandonar el camino, a no ser que haya causas mayores  que ya escapen del equilibrio de nuestro cuerpo-mente. Y con esto hago referencia a todos los ámbitos de nuestras vidas. Intentar, conseguir (o no), seguir, volver a intentar y así sucesivamente. Vivimos en la sociedad de la inmediatez, no valoramos aquello "bien" hecho, sino aquello que YA lo tenemos, lo rápido, ya, ya, ya, ahora! Por eso, también, muchas veces nos frustramos; porque nos proponemos una meta en un tiempo determinado, y al temporalizarlo, impedimos el "disfrutar" el camino para conseguirlo, ya que sólo pensamos en conseguirlo en tanto tiempo, o para tal día. Y, al fin y al cabo, el camino es nuestra vida, y la tenemos que disfrutar, no? 

Caminando avanzamos. Paso firme, paso constante. Como bien dice Antonio Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Tradúcelo a tu vida. Camina tu vida. Crea tu camino; paralelo al tiempo, acompasado contigo mismo. Porque es lo que tienes: tu vida. Porque es lo que eres: vida.

8